Los orígenes de Conservas Bonduelle radican en el norte de Francia, en la localidad de Renescure. Lo que a mediados del siglo XIX fue una destilería, fue evolucionando hasta lanzar en los años 20 la primera fábrica de conservas donde se producían en un mes 90.000 conservas de guisantes.
En los años 50 y 60 el negocio afronta una serie de momentos decisivos que contribuyen a la expansión de la marca. La inversión en comunicación, así como la creación de una planta de producción más grande le sirvieron para convertirse en la empresa de conservas de verduras más grande del mundo.
A finales de los 80, Conservas Bonduelle comienza a comercializar sus productos en España y algo más tarde en Portugal. La trayectoria de esta empresa ha sido imparable, haciendo de la innovación una constante en sus productos. Además de innovar con los congelados en los 70, a partir de 1995 ha ido lanzando progresivamente productos innovadores que han supuesto pequeñas revoluciones en el mercado. Este es el caso del maíz dulce super sweet, que desde que se lanzó al mercado ha estado encabezando la lista de los más vendidos.
A esta lista de innovaciones se le suman productos, como los grelos, el champiñón mini y las líneas natur y ecológica, así como el packaging, lanzando al mercado ideas innovadoras como los tarros cuadrados, el multipack de tres o las latas mini.
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