10 tipos de quesos españoles que debes conocer
¿Ofreces tablas de quesos para picotear en tu restaurante? Si quieres variar los tipos de queso que incluyes y apostar siempre por producto patrio, ten en cuenta los tipos de quesos españoles. Te hablamos de sus diferencias, qué origen tienen y qué factores diferenciales te pueden aportar cada uno de ellos. Nuestro país es, sin duda, uno de los más relevantes de Europa en la producción de este rico producto, por eso contamos con denominaciones de origen en distintos puntos del territorio nacional.
10 tipos de quesos españoles que pueden formar parte de los entrantes
¿Sabías que existen unos 150 tipos de quesos diferentes en nuestro país? Lo mejor es que cada uno de ellos puede aportar cosas muy diferentes en cuanto a sabor y maridaje. ¡Y 26 de ellos están protegidos por una denominación de origen!
Queso Manchego
Es uno de los más populares, tanto a nivel español como internacional. Este queso tiene su origen en Castilla-La Mancha y se elabora con leche de oveja de raza manchega, en su forma cruda y también con leche pasteurizada.
Su sabor resulta intenso y fuerte, y lo más característico es el regusto que deja en el paladar. Para diferenciarlo, una buena idea es fijarte en su bonito color amarillo. Un buen maridaje para este queso es un vino tinto con cuerpo que eleve su sabor, aunque también puede combinar a la perfección con una cerveza IPA artesanal.
Torta del Casar
Este queso originario de la provincia de Cáceres es una auténtica delicia para los amantes de los sabores fuertes. Está elaborado con leche cruda de oveja y lo más identificativo es su fina corteza, de color amarillo.
Lo mejor de la Torta del Casar es que su textura interior resulta suave y muy cremosa, a diferencia de los matices en boca, que son rudos e intensos, por lo que resulta perfecto para untar. Marida de forma perfecta con vino tinto de la misma región en la que se produce.
Queso de Burgos
Se produce con leche cruda de ovejas y vacas de esta provincia castellana. Su toque diferencial es que se trata de un producto que se consume poco después de haber sido producido, sin esperar a que pase un período de maduración mínima.
Su sabor es muy suave y su color blanco resulta de lo más característico. Este producto se suele utilizar en las ensaladas y otros tipos de comidas ligeras.
Queso Cabrales
El queso más conocido de Asturias es también uno de los mejor valorados de nuestro país. Se hace con leche cruda de vaca, aunque, en ocasiones, se puede mezclar con leche de oveja o cabra para conseguir mejores matices.
Su sabor es quizás uno de los más intensos de esta lista y tiene toques muy interesantes, picantes y ácidos. Su maduración se realiza en cuevas completamente naturales, y por eso podemos ver su característico color blanco verdoso, el cual se debe al moho. Si quieres disfrutarlo al máximo, combínalo con un espumoso para el toque fresco y unos frutos secos, aunque también marida muy bien con sidra asturiana.
Queso Majorero
Nos vamos hasta las islas Canarias (más concretamente, a Fuerteventura) para hablar del queso majorero, elaborado con leche de cabras que habitan en este territorio. Suele llamar la atención por el hecho de que en su corteza puedes ver la forma de la hoja de palma.
Tiene una textura cremosa pero con cuerpo, y su sabor es suave. Eso sí, dependiendo de con qué se unte la corteza, tendrá unos matices u otros. En algunas localidades le echan pimentón o pimienta, y en otras le ponen aceite de oliva. Marida bien con vinos blancos jóvenes con toques frescos.
Queso de Mahón
El queso de Mahón de Menorca tiene su base en la leche de vaca. Lo más interesante es que se hace con un método de producción totalmente tradicional. Para reconocerlo, no hay nada mejor que fijarte en su bonita corteza de color naranja.
Su sabor resulta muy diferente al del resto de opciones, con ligeros toques ahumados que lo hacen muy interesante en boca. Para maridarlo, lo mejor es un vino tinto ligero que se pueda beber un poco más fresco.
Queso Idiazábal
Este queso tiene su origen en el norte de España, en el País Vasco y Navarra. Se realiza con leche de ovejas de raza latxa y carranzana. Lo más atractivo visualmente es su color amarillo muy intenso.
Su sabor resulta fuerte y un poco graso, con un toque ahumado muy característico que se consigue de forma manual con madera de encina. No hay mejor maridaje para este producto que el clásico txakolí vasco o la rica sidra asturiana.
Queso de Tetilla
Los productos gallegos se caracterizan por su calidad y el queso de tetilla no es una excepción. Están elaborados exclusivamente con leche de vacas autóctonas y lo distinguirás por su peculiar forma de «tetilla».
El sabor de este producto es suave y delicado, con pequeños matices salados. Resulta perfecto para combinar con un vino blanco (por ejemplo, Albariño) y un poco de membrillo.
Queso Grazalema
Viajamos hasta el sur de España, a Andalucía, para conocer un queso con origen en la provincia de Cádiz. El Grazalema es un queso muy apreciado y elaborado con leche de ovejas merinas y cabras payoyas.
Su sabor resulta intenso y posee toques picantes. Uno de los aspectos que más suelen gustar es su textura, firme pero suave. Marida a la perfección con tintos jóvenes y con toques más afrutados.
Quesuco de Liébana
Este queso tiene su origen en la localidad cántabra de Liébana. Se realiza con leche de vaca y cabra de la zona de los Picos de Europa. Su textura resulta muy firme y tiene un color que cuenta con toques amarillos.
Lo mejor es que su sabor se caracteriza por diferentes matices ahumados, que lo hacen perfecto para acompañar toda clase de aperitivos. Si buscas el mejor maridaje para este producto, debes optar por un vino blanco suave y que no enmascare su sabor.
Como puedes ver, hay distintos tipos de quesos españoles que puedes combinar para hacer tablas de lo más deliciosas o para crear un carro de quesos. Recuerda que, para acompañar un buen queso, una opción a la altura siempre será una copa de vino de la máxima calidad.