¿Sabés cuál es la temperatura ideal del vino para servirlo?
Todo buen amante del vino sabe que hay factores determinantes que influyen en la buena calidad de esta bebida. Y la temperatura del vino es uno de los aspectos a tener muy en cuenta para poder percibir todos sus matices de forma adecuada. Hablamos tanto de la temperatura a la que se conserva (ya desde la barrica) como a la que se sirve. Sácale el máximo partido posible en tu local siguiendo estos consejos.
¿Cuál es la temperatura idónea para servir cada vino?
A continuación, puedes ver una diferencia muy clara entre los diferentes vinos y sus temperaturas ideales para beberlos. En cuanto a las cifras, se puede observar claramente la diferencia entre los vinos más dulces y los de más graduación.
Es muy importante cómo juegan el frío y el calor con las características de los caldos. Un vino excesivamente caliente hará más fuerte el sabor del alcohol y acentuará en exceso los sabores dulces. Por el contrario, un vino demasiado frío no dejará salir a la luz los aromas; además, potenciará mucho los sabores ácidos.
- Vino tinto: varía mucho en sus tres versiones, por lo que es más complejo saber cuál es la temperatura ideal del vino tinto. El vino joven es el que se sirve más frío, sobre los 9 ºC. En cuanto al crianza y al reserva, ambos superan esa temperatura, con 15 y 17 ºC, respectivamente. Estos vinos tienen mucho más cuerpo.
- Vino blanco: como sucede con el tinto, varía entre sus dos vertientes, aunque en menor cantidad. 10 ºC es la temperatura para el vino blanco seco y 12 ºC para el vino blanco dulce.
- Vino espumoso: todos los vinos espumosos (como el cava o el champán) se toman más fríos. El frío no afecta tanto a su sabor, por lo que 7 ºC son ideales.
- Vino rosado: por último, el rosado representaría la media de temperatura a la que se debe beber un vino. La temperatura perfecta para este vino está en los 10 ºC.
4 reglas para conseguir la temperatura adecuada para tus vinos
Aun teniendo en cuenta la temperatura ideal del vino, en muchas ocasiones no puedes medirla con un termómetro (y pueden existir ciertas variaciones). Si tienes en cuenta algunas cuestiones, conseguirás la temperatura ideal en el momento preciso de servir el vino. Eso sí, no te olvides que existen diferentes tipos de copa de vino para que la experiencia del que degusta sea completa.
La importancia de calcular el tiempo
El vino necesita adaptarse al ambiente. Por ello, es muy recomendable darle tiempo. Deja la botella en la sala donde se vaya a tomar. No la cambies de lugar bruscamente o no la abras el mismo día que la compres. Necesita un periodo de adaptación y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Se deben evitar las temperaturas muy bajas
El equilibrio a la hora de servir y tomar el vino es sumamente importante. Esto se debe a que las temperaturas extremas pueden hacer que no se disfrute en absoluto de un buen vino.
La bebida tiene ciertos componentes que se liberan a la hora de servirla. Que se liberen de una manera u otra depende de la temperatura a la que estén. Si el vino está demasiado frío, sus componentes no se liberarán y se anulará una gran parte de su sabor. Por contraste, sí necesita estar ligeramente frío para evitar un exceso de ácido, lo cual estropearía su sabor.
Nunca sirvas el vino a temperatura ambiente
Seguimos con el equilibrio. Hay que destacar una cuestión importante: la temperatura ambiente. Si bien se ha comentado que es recomendable tener la botella en reposo en el mismo lugar donde se va a consumir, hay que tener muy en cuenta la temperatura ambiente.
Por lo general, si esta supera los 20 ºC, puede perjudicar seriamente al vino. Por lo tanto, tienes que evitar dicha temperatura. Recuerda que a partir de los 12 ºC el vino comienza a perder componentes.
¿Nevera sí o no?
¿Y a qué temperatura tiene que estar la nevera para guardar el vino? Si has tenido en cuenta los demás consejos para mantener el vino a una temperatura adecuada, sabrás la respuesta a esta pregunta. No se recomienda bajo ningún concepto meter el vino en la nevera o en cualquier electrodoméstico que modifique su temperatura de conservación bruscamente.
Una alternativa para enfriar el vino relativamente rápido sin perjudicarlo es mantener la botella en un cubo con hielo, donde se podrá controlar la temperatura de una manera más fácil y rápida. Otra alternativa mucho más profesional y eficaz es tener una vinoteca, donde se puede ajustar la temperatura a la perfección.
Según la situación, puede ser complicado servir un vino a la temperatura justa. Gracias a estos consejos y si conoces la diferencia de temperatura que puede existir entre los diferentes tipos de vino, te resultará fácil dar con la temperatura ideal para que tus clientes disfruten el sabor del buen vino.