¿Cuáles son los guantes que puedo utilizar para uso alimentario?
Estar en permanente contacto con alimentos supone un esfuerzo continuo por parte de los manipuladores. En algunas ocasiones, se apuesta por usar guantes de uso alimentario para intentar corregir las posibles deficiencias de higiene.
Sin embargo, parece desconocerse que existe una normativa específica para usar este tipo de protección en el proceso de manipulación y envasado de productos. No en vano, es preferible lavarse las manos de forma continua antes que usar un guante durante horas, debido a los riesgos que conlleva esta medida.
A continuación, analizamos todos los factores relacionados con el uso de guantes en la industria alimentaria. Repasamos las medidas de higiene más recomendables y también la idoneidad de ciertos materiales en el caso de que fuera indispensable usar guantes para garantizar la salubridad del artículo a manipular.
¿Es correcto utilizar guantes en la industria alimentaria?
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) considera mucho más adecuado el lavado continuo de manos. Lo que se ha de buscar es la máxima comodidad en el operario, por lo que el uso de guantes no sería recomendable.
Es más, la antedicha asociación solo estima adecuado su uso si el par de guantes utilizados se reemplaza de forma constante para evitar la contaminación. En caso contrario, el riesgo de contaminación aumenta sensiblemente. AESAN recomienda:
– Usar guantes exclusivamente cuando el trabajo a realizar lo requiera.
– Escoger guantes de colores fácilmente identificables para evitar confusiones.
– Cambiarse de guantes de forma periódica.
¿Cómo nos lavamos las manos de forma correcta?
La mejor manera es hacerlo con agua caliente, con un jabón neutro y siempre tras retirar anillos y pulseras. Es importante lavarse bien entre los dedos y también las muñecas. Tras enjuagarse, hay que secarse detenidamente para evitar que los restos de jabón afecten para manipular alimentos.
En el caso de utilizar guantes de uso alimentario
Los guantes para manipular alimentos se caracterizan por estar fabricados en distintos materiales. No todos son aptos para manejar alimentos. Es fundamental:
– Limpiarlos o sustituirlos cada vez que se manipule cualquier tipo de comida y así evitar la contaminación cruzada.
– No usar el mismo guante para manejar distintos grupos de alimentos.
– Si se ha efectuado un descanso, es fundamental cambiar de guantes.
– Si la higiene o su textura no es la más idónea, hay que desecharlos inmediatamente.
– Si los guantes no son desechables es recomendable lavarlos por ambas caras, secarlos y seguir trabajando con ellos.
Como se ha comprobado, lo que parece ser una solución efectiva puede convertirse tanto en un considerable gasto como en una molestia continua para los trabajadores.
¿Cómo deben ser los guantes para uso alimentario?
Por lo general, deben estar fabricados con materiales sintéticos para evitar las posibles intoxicaciones. La AESAN aconseja que no se usen guantes de látex natural, ya que pueden provocar alergias diversas en un alto número de personas, entre los que se encuentran tanto los consumidores finales como los propios manipuladores. Las alternativas a este material son las siguientes.
Guantes de nitrilo
Este caucho sintético es el mejor sustituto posible al látex natural. Sus características son muy similares, pero el riesgo de alergias baja considerablemente con su uso. Son de los más usados en la industria alimentaria. Se caracterizan por:
– Tener una enorme elasticidad que permite no perder la sensibilidad necesaria al trabajar.
– Ser muy resistentes al uso continuado, por lo que mantienen su eficacia durante más tiempo.
– Amoldarse bien a la manipulación de alimentos como grasas vegetales y animales, lácteos, ácidos, alcoholes y disolventes con algún tipo de aroma.
Guantes de vinilo
Están compuestos de PVC (Policloruro de Vinilo) y ftalatos. Son más baratos que los anteriores y presentan una perfecta adaptación a:
– Alimentos no grasos así como a productos secos que no estén en contacto con aceites, grasas o similares.
– Usos de corta duración. Son muy efectivos para labores que no necesiten demasiado tiempo de contacto con el alimento.
– Personas con alergia al látex natural. Apenas se conocen casos de alergia al vinilo.
No son convenientes para manipular ingredientes con aceite, grasa, leche o líquidos en general ya que los ftalatos que contienen pueden contaminar el alimento. Además, su estabilidad se puede ver alterada favoreciendo así la intoxicación y los posibles riesgos para la salud del consumidor o cliente.
Guantes de polietileno
Están fabricados con un polímero al que no se le añade ningún tipo de material añadido. Suelen encontrarse en los supermercados para que los clientes cojan la fruta o la verdura. Su aparente sencillez no deja de ser una de sus mayores virtudes. Se caracterizan por:
– La rigidez y transparencia del material.
– A pesar de no amoldarse a la perfección a la mano, ofrece una protección más que suficiente para tareas cortas como depositar alimentos en algún lugar.
– Su zona exterior está granulada, lo que facilita la posibilidad de agarrar el alimento de forma más segura.
– No presenta una migración de componentes alta, por lo que puede estar en contacto con los alimentos sin peligro de contaminación.
– Es barato, hipoalergénico y fácil de usar. Sin duda, es el que mejor equilibra la protección con el tiempo de uso.
– En un restaurante puede usarse para colocar cualquier alimento en un recipiente destinado a la congelación, para la preparación de cualquier receta o para coger algún ingrediente de la nevera.
Es importante recordar que también han de cambiarse de forma constante dada su escasa resistencia al uso intenso. Aun así, pueden ser los más adecuados para favorecer el retorno de la inversión en el menor tiempo posible.
Analizando la información anterior parece fácil deducir que los guantes de uso alimentario protegen a ambos extremos de la cadena alimenticia. Evita que el productor provoque un problema de salud y ayuda a que el consumidor gane en confianza. La idoneidad de lavarse las manos continuamente sigue siendo la mejor manera de conseguir ofrecer un alimento en perfecto estado de salubridad.