¿Qué gastos se pueden deducir en los bares y restaurantes?
Deducir gastos en bares y restaurantes en el pago de impuestos es posible. Todos los autónomos y empresas están sujetos a una serie de gravámenes, los cuales es inevitable pagar. Sin embargo, el Estado da un cierto margen con la posibilidad de deducir algunos gastos, lo que puede llegar a suponer hasta un 15 % del total. Si regentas uno de los establecimientos indicados, te conviene conocer aquellos gastos que deducir en el pago de impuestos.
Gastos deducibles en bares y restaurantes
¿Qué son los gastos deducibles? Los gastos deducibles en un bar son la suma de los gastos contables, de explotación y financieros, y algunos gastos fiscales no contables, que la normativa de cada impuesto permite deducir de los ingresos fiscalmente computables para determinar la base imponible, siempre cumpliendo unos principios determinados.
Los impuestos fundamentales a los que se enfrentan estos establecimientos son el IVA, el IRPF y el impuesto de sociedades. Tanto si eres autónomo como si eres empresario recaudas estos impuestos de un bar, ya que se los repercutes a tus clientes, y tienes que entregar trimestralmente el porcentaje que has conseguido recaudar. Por suerte para ti, puedes deducirte en cada uno de estos impuestos una serie de gastos fijos o variables.
1. Gastos deducibles en el IVA
El IVA en restauración o el impuesto de valor añadido es uno de los impuestos más importantes y debes conocerlo todo sobre él. Grava el consumo de los clientes y afecta a toda la cadena de producción. Es un impuesto indirecto y debes entregar lo recaudado cada trimestre. Algunos de los gastos en los que te puedes deducir el IVA son:
- Una comida de negocios, al considerarse parte necesaria del trabajo de un autónomo, podría deducirse el IVA que va parejo al precio total.
- Gastos de suministro o consumo de teléfono. En este caso, siempre tendrás que justificar su vinculación con la actividad económica realizada, adjuntar la factura completa y que aparezca el gasto en el libro de contabilidad.
2. Gastos deducibles en el IRPF
Los gastos del IRPF (impuesto sobre la renta de personas físicas) también puedes desgravarlos, aunque presentan algunas particularidades.
- Un autónomo sujeto al régimen de estimación directa podrá desgravar gastos al igual que lo hacen las pymes, pero si estás regido por el sistema de módulos, no tienes opción a deducciones, ya que pagas una cuota fija y predeterminada.
Por suerte, los requisitos para conseguir una deducción son los mismos que en el caso del IVA. Así, si justificas la relación entre el gasto y la labor que realizas de manera adecuada y lo has registrado, podrás dejarlo claro en la próxima declaración del IRPF que tengas que realizar. Por ejemplo, podrías llegar a deducir algunos impuestos aparejados a la compra de un dominio y hosting para la página web de tu negocio.
3. Deducción del impuesto de sociedades
El impuesto de sociedades equivale al IRPF en el caso de autónomos que hayan fundado una sociedad y para las empresas. Así, si tienes una cadena de restaurantes, esta tendría que cumplir con los pagos que exige este tributo. Te puedes deducir algunos gastos como:
- Atención al cliente
- Pagos a proveedores
- Actos de proveedores
- Cesta de Navidad: ya que existe un apartado en la normativa que permite deducirlas al considerarse usos y costumbres.
- Cenas de empresa: las cuales no dejan de ser una costumbre muy extendida y útil a la hora de estrechar los lazos entre los trabajadores.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que se puede incurrir en el fraude fiscal. Este se realiza a través de los gastos relacionados con atender a los clientes y proveedores. A través de un cambio legislativo, en la actualidad tan solo podrías deducir un 1 % del importe neto de estos gastos.
Las claves para deducir los gastos en restauración sin incurrir en fraudes
Deducir gastos correctamente es fundamental para la rentabilidad de cualquier negocio, pero hacerlo bien es igualmente importante.
- Clasificación adecuada de los gastos: Diferencia entre los gastos corrientes (alimentos, bebidas, suministros) y los gastos de inversión (maquinaria, reformas), ya que su tratamiento fiscal es distinto.
- Control y registro de todas las facturas: Es indispensable contar con las facturas detalladas de cada compra o servicio. Asegúrate de que cada gasto esté debidamente justificado, ya que serán necesarios en caso de una auditoría.
- Deducción de gastos de personal: Salarios, cotizaciones a la seguridad social, bonificaciones, formación y cualquier otro gasto relacionado con el personal son deducibles.
- Mantenimiento y mejoras: Los gastos en mantenimiento de las instalaciones, reparaciones, o mejoras que no supongan una inversión mayor también son deducibles como gastos corrientes.
- Suministros y alquiler: Todos los pagos relacionados con el alquiler del local, los servicios de agua, luz, gas, teléfono e internet son deducibles. También lo son los seguros que cubren el local o la actividad.
- Gastos de representación: Si tienes que invitar a clientes o socios a eventos, comidas o reuniones, estos gastos pueden ser deducibles bajo ciertos límites y condiciones. Ten un registro claro del motivo del gasto.
- Inversiones tecnológicas: Los gastos en software de gestión, terminales de pago o sistemas de reservas en línea son inversiones que puedes deducir. Además, en muchos casos, puedes beneficiarte de incentivos fiscales por la adopción de tecnología.
- Descuentos por amortización: Cualquier equipo o maquinaria con una vida útil de varios años puede deducirse a lo largo del tiempo a través del proceso de amortización.
Deducir determinados gastos es más que atractivo. No obstante, procura conocer los gastos relacionados con tu actividad laboral y justifica de manera adecuada dicha relación. De otro modo, no podrás acogerte bajo el amparo de los gastos deducibles para restaurantes.