Cómo conservar el licor y otros destilados abiertos
¿Cómo conservar el licor? Más allá de la creencia arraigada de que estos elixires no caducan, la realidad nos dice lo contrario. Las botellas abiertas, a menudo olvidadas en el rincón de la despensa, sí experimentan cambios. Apreciados por su complejidad de sabores y aromas, los licores pueden perder sus propiedades con el tiempo. Esta verdad subestimada destaca la importancia de un almacenamiento adecuado. En esta odisea sensorial, vamos a descubrir cómo preservar estas joyas líquidas.
Cómo conservar el licor cuando ya has abierto la botella
Una vez descorchada la botella, preservar la esencia del contenido se convierte en una tarea delicada. Muchos creen que las propiedades de las bebidas son invulnerables, pero la realidad es otra: pueden desvanecerse si las descuidamos. Siendo así, ¿qué podemos hacer para conservar el licor y mantener viva su rica paleta de sabores y aromas? Con cinco sugerencias, aquí tienes la solución.
Lugar fresco
Almacena el licor en un entorno fresco, donde las temperaturas moderadas eviten la alteración de sus características originales. Algunos destilados se conservan a temperatura ambiente, pero en general los expertos recomiendan que esté entre los 12 ºCy los 15 ºC. Y por supuesto, alejados de focos de calor como los radiadores, la calefacción o la cocina.
Lugar oscuro
Ten en cuenta que la oscuridad preserva la integridad del destilado, protegiendo sus tonos y matices de la degradación provocada por la luz. Es su principal enemigo. Siempre que puedas, aunque el envase de cristal esté abierto, guárdalo en un armario cerrado o, si lo sitúas en una estantería abierta, procura ponerlo en un lugar con poca luminosidad.
Lugar seco
Un ambiente seco y sin humedad previene la dilución indeseada, salvaguardando la concentración y calidad de los licores. La humedad excesiva no afecta al líquido, pero sí al corcho o a la etiqueta, por lo que es importante no almacenarlo en lugares muy húmedos durante periodos prolongados.
Sin cambios bruscos de temperatura
Otro factor para destacar: evita variaciones térmicas, porque solo así podrás mantener la estabilidad molecular de la bebida alcohólica, preservando su autenticidad. Lo ideal es mantener un ambiente estable en cuanto a la temperatura y lugar de conservación.
En posición vertical
Almacenarlo de este modo también es muy importante. Previene posibles alteraciones en el contenido. Especialmente por dos motivos: reduce el contacto con el corcho y asegura un sellado hermético.
¿Cuánto tiempo puedes conservar un licor o destilado abierto?
Destapada la botella, la vida útil de cualquier tipo de licor o destilado se convierte en un delicado equilibrio entre su disfrute y la conservación de sus propiedades. A continuación, te descubrimos las pautas para mantener la frescura y calidad un licor o destilado a lo largo del tiempo.
Licores oscuros
Estos elixires, como el whisky, el coñac o el aguardiente de hierbas, mientras estén cerrados, resisten admirablemente el tiempo. Su composición original puede perdurar meses o incluso años, siempre que se guarden de la manera adecuada, preferiblemente en un lugar oscuro y fresco. En cambio, una vez abiertos su conservación dependerá de la cantidad sobrante y de las condiciones de almacenamiento. Ten en cuenta que, por la oxidación, a mayor espacio libre en el interior de la botella, antes se empiezan a alterar sus cualidades organolépticas.
Licores blancos
Ginebras, vodkas y licores claros tienden a mantener su frescura durante un periodo similar al de los oscuros, siempre y cuando se evite la exposición excesiva a la luz y se almacenen en condiciones óptimas. No obstante, es recomendable consumirlos antes de dos años para que sus cualidades de aroma y sabor no se vean afectadas. Una vez abiertos, lo mejor es conservarlos en la nevera, sobre todo si se van a consumir en frío. ¿Un ejemplo? El vodka puede durar hasta diez años si lo guardas en el congelador.
Conservar tequila: un caso especial
El tequila, gracias a su proceso de destilación, puede conservarse bien al menos durante un par de meses, manteniendo sus características distintivas y sin perder su grado de alcohol. Eso sí, a diferencia de otros licores blancos, debido a su compleja elaboración, se oxida rápidamente una vez abierta la botella.
Licores con lácteos
Por otra parte, los que contienen nata, leche o cremas son los que requieren mayor atención. Por su composición pueden deteriorarse antes. Generalmente, se deben consumir en un plazo más breve que los ya descritos, alrededor de seis meses, y se deben refrigerar para mantener su frescura. Además, no olvides que muchos suelen tener fecha de caducidad.
La duración de un licor abierto varía según el tipo de bebida que sea, desde la longevidad de los oscuros hasta la precaución necesaria con los que contienen lácteos. Aprovechar al máximo su disfrute implica conocer y aplicar las condiciones de almacenamiento ideales.